domingo, 16 de agosto de 2009

Ensordecidos para ser cada vez más civilizados


Pensar, esta y otras realidades, desde la perspectiva de la complejidad abre tantas puertas como la Biblioteca Infinita en la que nos hizo entrar Jorge Luis Borges.
La linealidad y la simplificación conduce a ver las sombras de una manera cada vez más sesgada. Así como nos vamos volviendo sordos a los infinitos idiomas en nuestro convivir en un contexto lingüístico acotado, de la misma manera nos vamos volviendo sordos a las mútiple significaciones e interpretaciones de la realidad. La naturaleza no ha hecho el camino en dirección de disolver su inherente condición esencial e irracionalmente explícita: complejidad en su esencia, en sus componentes, en sus relaciones, en sus procesos, en sus mutaciones y evoluciones. El hombre, en su peregrinar por se "hombre" se ha alejado de esta conexión natural, ha fragmentado, ha simplificado según sus limitaciones. En pos de la racionalidad y de protagonizar los cambios, la civilización ha desoído la voz de su especie. Reencontrarse con su esencia y renarrarse desde esa perspectiva, he allí el desafío.

1 comentario:

Lic. Cecilia Chareun dijo...

Qué lindo artículo, es una reflexión interesante a la que no debemos "hacer oídos sordos".
Saludos y felicitaciones!