lunes, 19 de marzo de 2012

MUCHAS GRACIAS ESCUELA 8 "3 DE FEBRERO", RURAL, PÚBLICA Y COMPROMETIDA

En un tiempo de indiferencia y desconfianza al futuro, cada país que ha buscado salir al desarrollo invirtió esfuerzo y compromiso con su escuela pública. Así lo hicieron los países desvastados después de las Guerras, así lo hizo Belgrano cuando donó su capital para construir escuelas y así lo debemos hacer cada ciudadano que apueste por el futuro.
Vivo en Colonia Hugues, una comunidad de trescientos habitantes al sur del Departamento Colón. Allí, contamos con una escuela rural, pública y totalmente comprometida con el futuro; es la Escuela Nº 8 "3 de febrero". Con enorme esfuerzo sus maestras, que realmente son la imagen de aquella maestra de manos de ángel que nos contaba Gabriela Mistral, arman el rompecabezas de la complejidad del día a día.
Este es el tercer año que Justo, quien hoy tiene 6 años, asiste con la mayor alegría a su escuela ávido de desafíos y compromiso. Deseo que Francisco, de 8 meses, pueda experimentar estos mismos sentimientos. Fernando y yo, sus papás, estamos agradecidos.
Sin duda, quienes vemos a la educación como la única herencia válida que podemos legar a nuestros hijos para que forjen su futuro con independencia, con seguridad y con compromiso agradecemos y participamos como podemos de este espacio. Lo relevante es que aportemos lo que esté a nuestro alcance por el hecho de amar al prójimo como a uno mismo, por la básica idea del bien común. No importa qué, no importa cuanto, no importa por qué, sin mirar a quién, basta con preguntar ¿Qué necesitan?, finalmente, ¿Qué necesitan nuestros hijos?, ¿Qué necesita nuestro futuro?
Así fue pensada la esencia de la escuela púbica:
un espacio de participación comunitaria desinteresada para el desarrollo y la identidadu
una institución que brinde iguales oportunidades más allá de toda diversidad
una institución que sociabilice y que desarrolle a la comunidad
una institución que contribuya y promueva el desarrollo integral para el presente y el futuro.
Desde hace tiempo en el mundo existe el debate sobre "La educación: gasto o inversión". Desde algunas miradas, se mide al proceso educativo en dinero, poco o mucho, pero dinero, sin ver que los verdaderos resultados de una formación no están sujetos al costo, ni a la tecnología, ni al lujo ni la comodidad de sus aulas. Soy profesional de la educación y lo veo cada día: el éxito del proceso está sustentado por la coherencia, por la comunicación, por la capacidad de trabajar en equipo para resolver problemas con cretividad y curiosidad, por tomar situaciones adversas y capitalizarlas con aprendizaje.
Viendo el profesionalismo, entusiasmo y el amor que se respira en nuestra escuela; entusiasmo y amor que movilizan sus tres maestras: Diana, Cecilia y María Eugenia, se aclara entonces el tema. En esta escuela la educación es una inversión. Pero no una inversión a corto plazo individual, es una inversión para el futuro nuestro, de nuestros hijos, de la región.
Todo país, toda provincia, toda familia, todo padre y madre, todo estudiante, todo vecino que dé su tiempo, su compromiso y su abrazo a cada una de estas escuelas, estará aportando al desarrollo de un mundo mejor habitado por mejores familias y, finalmente, mejores personas.

No hay comentarios: