miércoles, 29 de septiembre de 2010

Convivencia Generosa

Así como los niños se debilitan y sufren cuando los adultos invadimos su espacio y su oportunidad de crecer según su tiempo y su energía, el mundo vegetal también sufre y se debilita cuando queremos imponer un ritmo que no es el suyo.
La libertad de explorar, de caerse, de pelear en el pelotero es lo que hace que nuestro niños crezcan fuertes, con seguridad, con convicciones. Negarselos para que no se lastimen, para que no lloren, para que no sufran no es dar amor, no es proteger. Entonces, nuestra misión como padres o docentes será observarlos, brindar seguridad y el contexto adecuado para el desafío.
Las plantas también merecen la oportunidad de luchar con sus armas y con su tiempo, de ser lo que deban ser y no sólo lo que queremos, de ser valoradas en su belleza y complejidad.
Preparar una semilla en condiciones similares a las que garantiza la naturaleza es lo que hacen estas bolitas de arcilla: brindar seguridad y el contexto adecuado, y entonces los jardineros-padres podremos observar con asombro el esfuerzo por desarrollarse, por convivir, por compartir los recursos, el espacio.

Sólo hacer lo que la naturaleza hace

martes, 21 de septiembre de 2010

Conflicto de conciencia profesional

En cada profesión hay algún costado que nos disgusta profundamente, y seguramente es aquel que tiene que ver con "caber en el sistema", con calzador.
En mi caso, es el que deberé resolver hoy, sin más demora... corregir los cuadernos de los chicos para "mostrar" que están corregidos. La autocorrección, la reconstrucción y el monitoreo aquí ... NO!!!!
Es un momento en el que la profesión queda desgajada y enmudece frente al parecer. Eterno conflicto el del ser y el parecer, y en este devenir del ser y el parecer el cuaderno y las carpetas de nuestros alumnos pueden reflejar el ser del aprendizaje o el parecer...
Escritura en función catártica... finalmente, lo deberé hacer. PARECER, PROLIJOS, CON CORRECTA ORTOGRAFÍA. Eso sí, para evitar poner frases vacías de sentído tengo un sello con una carita sonriente.

martes, 14 de septiembre de 2010

El valor de las oportunidades

Saber aprovechar cada una de las oportunidades que nos da la vida para aprender marcará nuestro destino. No hacerlo, también.
El privilegio que tenemos los argentinos de aún conservar un sistema educativo laico y gratuito, que nos da la oportunidad de acceder a escuelas públicas que en todo el país nos brindan el espacio para aprender y enseñar, a pesar de las circunstancias, a pesar de los desencuentros, inclusive a pesar de nosotros mismo es una oportunidad.
El pecado que cometemos los argentinos es maltratar este sistema desde todos sus ángulos, desde todos los participantes. Lo maltratamos cuando no nos hacemos cargo de nuestras responsabilidades como padres, como docentes, como alumnos, como vecinos, como abuelos, como ex-alumnos. Lo maltratamos cuando dejamos pasar los buenos momentos para aprender, no los aprovechamos y tampoco dejamos que otros puedan aprovecharlos. Lo maltratamos cuando mal usamos nuestro tiempo buscándo fantasmas opresores o culpables listos para crucificar, siendo que somos nosotros, cada uno de los habitantes de la Argentina que fuimos, somos o seremos de algún modo partes de este sistema tan vapuleado, tan criticado, tan maltratado.
Sin embargo, estamos aquellos que desde nuestro rol somos concientes del valor del Sistema Educativo que tenemos y hacemos lo que fuere por aportar, como padres, como docentes, como alumnos, como vecinos, como abuelos, como ex-alumnos. Pequeños grandes esfuerzos que contribuyen día a día a dar vida a este sistema, producto de la ley 1420 y de la visión de una generación, hoy cuestionada, pero eficiente. Cada propuesta pedagógica puede abrir un mundo, si el estudiante está dispuesto a involucrarse de pies y manos en su aprendizaje.
Aquellos dirigentes de finales del siglo XIX tuvieron un proyecto y supieron llevarlo adelante. ¿Qué ocurre hoy? En 1995 y en 2006 promulgamos nuevas leyes de educación suponiendo que cada una iba a superar con grandeza a aquella de fin de siglo. Los resultados son vagos, son inciertos, son paradógicos. La inversión ha crecido, el marco teórico es cada vez más contundente y extendido, la formación docente más accesible, pero el compromiso de las partes, cada vez menor.
Las oportunidades como alumnos, como padres, como docentes, finalmente, como país, pasan, nos abandonan, y vemos que se alejan para no volver. La educación para aprender a aprender, para la autonomía, para la autogestión, para la creatividad y la curiosidad es el mayor bien que nuestro país puede legar a las generaciones venideras. Al menos, la oportunidad.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Siempre volvemos

La profesión nos marca el pasado, el presente y el futuro. Uno no es lo que ha estudiado, ni tampoco es lo que hace, sin duda que uno es una compleja red de influencias, de perspectivas y de esencias encontradas, y tal vez contradictorias. Sin embargo, el sello de la profesión no se borra.
Cuando elegí la docencia nunca la pensé como una ocupación, ni como un oficio. La Profesión docente atraviesa lo que hacemos y lo que somos. Hagamos lo que hagamos, hoy ayer o mañana, lo haremos pensando desde la profesión, quienes nos asumimos como profesionales con la compentencia para decidir y responsabilizarnos por nuestras decisiones.
Tras varios años, algunos desamores y otros caminos recorridos he vuelto al aula. En la universidad, con recursos tecnológicos virtuales, y en la educación primaria en una escuela rural, con apenas una computadora (y media, sin teléfono, sin internet) y con una enorme oportunidad.
Por más que mi vida pasara lejos del aula, todos estos años nunca dejé de pensar en la profesión. Nunca abandoné mis apuntes, ni mis libros fichados. Nunca dejé de ver en cada momento una excelente oportunidad para aprender, aprender a aprender.
Desde hace dos meses he vuelto, un tiempo, el necesario para nunca abandonar la convicción y el suficiente para no perder la libertad.
Si les digo a mis estudiantes que las oportundades hay que aprovecharlas porque de ellas depende nuestro futuro y que son trenes que pasan una sola vez, entonces aprovechemos estas oportunidades. Entrar a las aulas, de los lugares y los no lugares. Profesar lo que hemos elegido y cumplir con aquel juramento.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

VISITAS LOCALES


Cuando uno se muda a una casa nueva llena de desafíos y expectativas, espera ser muy bienvenido por los pobladores, por nuestros vecieno.
Una noche, oscura, escucho que Fernando me dice desde la galería: "Lili, mirá quien llegó". ¿Quien podía ser a esa hora??
La señorita que se ve en la foto, una "hermosa" comadreja me miraba desde la altura como diciendo "A ver quienes son estos..."
Desde entonces sé que por allí anda, junto con el lagarto, con el perro, el gato del vecino, o gata, tal vez preñada, con vacas, caballos y pronto gansos y ovejas... Yo huía de los turistas, y ahora???

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mundanzas

Efectivamente puedo dar fe que las MUDANZAS constituyen uno de los factores de mayor stresssssss o escueatro o lo que sea.
Por más que con el mayor cuidado y la mayor eficiencia uno la planifique y organice, cual soldado de Napoleón todo... y digo TODOOOOOOO sale al revés de lo planificado. Desde romperse la camioneta hasta que los albañiles nos digan a la mañana de la mudanza que "la conexión del agua tiene un problemita".... de las canillas no sale ni una gota!!!!!
Hoy, finalmente, tras cinco días del mayor caos he logrado este extraño placer de conectarme, ni que hablar de otros mucho más extraños como encontrar la ropa o los libros.
Sin embargo, lo que no mata engorda, y esta aventura no me ha matado, creo... ¿o seré una visión de mi misma desde el más allá????